domingo, 11 de diciembre de 2011

PARA TODOS NUESTROS CHICOS DE ALBORADA, QUE HAN COMPARTIDO CON NOSOTRAS ILUSIONES, SUEÑOS Y ESFUERZO



Su sonrisa era contagiosa.
 Cuando hace diecisiete años bajaba del autobús animaba a Mati y José quienes le acompañaban hasta la entrada.
 Saludaba a todos con un pequeño aleteo, un gran balanceo y su tremenda y contagiosa sonrisa.
Subíamos a clase. Junto con sus compañeros disfrutaba de las tareas escolares; lógico, era la primera vez que asistía a un cole a pesar de sus dieciseis años.
Acudía contenta a los talleres, unos días iba al Taller de Confección con Mª Jesús y otros al de Madera con José Manuel.
Los miércoles por la tarde le encantaba ir a la sala de psicomotricidad con sus compañeros de clase y los chicos del aula de Rosalía; allí hacíamos relajación, juegos, trabajábamos habilidades sociales…., lo pasaba muy bien al igual que en las clases de Educación Física con Beatriz.
Se refugiaba en el marco de la puerta cuando algo le aturdía. Acudíamos y, con gestos, le preguntábamos si estaba triste. Movía la cabeza para decir NO y retomaba la actividad.
Todos los días con nuestra voz y nuestras manos le explicábamos que íbamos a casa a comer. Hasta que un día ella empezó a señalar la hora,  en un intento de preguntar dónde íbamos. “A CASA A COMER” le respondíamos nosotras. Al mismo tiempo aprendió a llamarnos por nuestro nombre a través de un gesto significativo para ella.
Más tarde pasamos a pedir el abrigo, la chaqueta, el boli o el ordenador.
Poco después quisimos saber a que dependencia del cole íbamos y con quién.
Pequeñas canciones de animales empezaron a aparecer en sus manos.
En sus manos aparecieron también las travesuras que aún no había hecho
Empezaron a surgir sus deseos y sus actividades favoritas
A la vez en las sesiones de logopedia, Joaquín y Feli trabajaban para mejorar su lenguaje.
El mundo se abrió cuando en la residencia donde estaba continuaron el trabajo iniciado en el centro. Ese septiembre, por fin ,entró en clase pidiendo la bata y preguntando lo que había para comer.
Historias como estas podemos contar de cada uno de nuestros maravillosos alumnos y alumnas, quienes forman una parte importante de nuestras vidas. No podemos nombrar a todos  pero si a los que fueron nuestros últimos chicos de Alborada y mandarles desde aquí un gran BESO a todos : DENISSE, JULIA, DANIEL, SANTIAGO, FRANCISCO, RUZHITSA,PABLO,MONICA; RUBÉN, MIRIAM, COQUE…

                                     Con todo el cariño que cabe en nuestro corazón de maestras un montón de besos para todos los chicos del Alborada.
ROSA Y FELISA
                                                                                        

2 comentarios:

Colegio Público Educación Especial ALBORADA dijo...

¡Qué bonito recuerdo!
Rosa, Felisa, muchas gracias; intentaremos trasladar, sobre todo a vuestros últimos alumnos este cariñoso homenaje.
Un beso
Ángeles y Conchita

Francisco dijo...

Que contento me he puesto al ver a Felisa. Gracias por todo, feliz año nuevo!!!!
Francisco